
Siempre a fin de año hay listas.
Y no hablo de mujeres.
Me refiero a listas que se hacen con las cosas que se hicieron, con las cosas que NO se hicieron. Con lo que se hará (y muy probable NO se haga), etc.
Están también las listas que me gustan a mi. Con lo mejor y lo peor del año.
Y si hablamos de cine, esas listas me fascinan. De hecho, ya hice esas dos listas.
Pero siempre es lo bueno y lo malo.
Debería haber también un apartado, por llamarlo de algún modo, para lo incomprendido, lo sobrevalorado y lo subvalorado.
Y claro, por supuesto. Sin duda alguna. Todo esto de la forma más subjetiva que existe. Nada de encuestas, de consultas, de conteos y ni nada que se le parezca.
Durante el año el bombardeo es inmenso. Bombardeo de todo tipo. De películas, de información, de críticas, de habladurías, de trailers (ya no se les llama sinopsis), de estrenos malos muchos y buenos pocos. Y dentro de todo esto surgen las preguntas y la incomprensión de mi parte.
Por ejemplo. Este año recién terminado, empezó con la llegada de las obras cumbres de los “Tres Mexicanos”. Vale decir, Cuarón, Del Toro y González Iñárritu. “Children of Men“, “Laberinto del Fauno” y “Babel”. Precedidas las tres de bombos, platillos, serpentinas y pasteles.
La primera que vi fue Children of Men y me cargó. Sí, es entretenida. Sí, los planos secuencias son de lo mejor que he visto en años. Sí, Clive Owen está súper bien en su papel y sí Juliane Moore está guapa como siempre. Pero alguien me puede explicar qué pasó con la historia. Ok. No hay niños, la raza humana se va al basurero, no hay esperanza alguna. La negrita va a tener un bebé. Cool. ¿Y? Donde está esa gran obra que me pintaron en cuanta crítica, comentario y artículo que se escribió? No pasaba de ser una entretenida película de corte futurista-apocalíptico. Me entregaba algo nuevo en el género, al menos? No, tampoco. Salvo largos-largos-largos planos secuencias que no sé bien si estaban ahí por necesidad dramática o necesidad del director para que le palmotearan la espalda y le dijeran “Joder, que largo el plano aquél, no?”.
Luego llegó el turno del “Laberinto del Fauno”. Y sí, me sorprendió. Gratamente. No esperaba mucho y me dio más de lo que pensaba. Logró fundir un cuento de hadas y un drama de guerra con personajes creíbles. Todo bien filmado, montado, actuado musicalizado, mezclado y todos los “ados” imaginables. De las tres, es con ésta con la que no tengo reparos y creo que si hablamos de buen cine, es la que se queda con el primer puesto de las tres, pero por lejos.
“Babel”. Lo peor de lo peor. Nunca antes había estado en presencia de una película tan autoindulgente como ésta. Llena de fanfarrias llega la tercera (y última, menos mal) colaboración del director González Iñárritu y su guionista de cabecera Guillermo Arriaga. Antes habían realizado la sorprendente “Amores Perros”, repitieron con “21 Gramos” y se autoplagiaron de mala forma y sin gracia con “Babel”. Alguien me puede decir que hacía Brad Pitt y Cate Blanchett en el desierto de “puta que hace calor” con diálogos para el bronce cada dos por tres y Pitt con cara de pena del “manual del actor pagina 45 figura 3?” Qué monos pintaba la japonesa sorda en todo este tinglado? (por cierto, que la de ella era LA historia con algo de interés). Me puede importar menos lo que le pase a la empleada mexicana en esa fiesta que va con los rubiecitos hijos de sus patrones? Para qué me cuentan la historia de ella, siquiera???!!! Puede estar más mal García Bernal? Puede quedar peor parada la policía de ese país, que no me interesa nada, en cuanto al trato de los prisioneros y abuso de autoridad? Me puede alguien explicar porque el “tag line” del maldito film era “a veces para hacerte entender, debes escuchar”. Pero es que estaba todo mal. Y todo hecho de la forma más grande y pomposa y exagerada posible. Cada plano exudando la megalomanía del director. Por favor!
A mediados de año, comienzo a escuchar buenas críticas de un film que se llama “Knockep Up”. Le llaman LA comedia inteligente, de los mismos creadores de “Virgen a los 40”. La historia de un inútil que se acuesta en una noche de borrachera con una chica que un tipo como él, nunca hubiera soñado. Resultado? Embarazo y todo lo que viene después.
Perfecto. Y la comedia donde quedó? Donde la historia inteligente? Donde el cariño por los personajes? Donde la lógica interna del actuar de cada uno de los seres que participan en el film? El film parte bien, pero transige en todo para quedar en lo más políticamente correcto que he visto en años. Un film que no se la juega por nada ni nadie. Solo se la juega en lo que dirán y querrán ver las personas que vayan a verla.
Sí, el protagónico del film parte siendo un loser de lo peor. Y qué tiene de malo ser como es él? Si te resulta tu apuesta y si te gusta tu apuesta, felicitaciones. Bien por ti. Pero Judd Apatow, el director, dice “No, él mejor que deje todas las niñerías y se vaya a trabajar a una oficina, sea un hombre de bien calcado de todo el resto de los humanos y provea a su familia”. Se casan? No lo recuerdo, ya estaba demasiado de mal humor viendo esta “comedia” que tengo lagunas mentales. Pero no me extrañaría que se hubieran casado por la iglesia y todo lo demás. Un film tan mamón, tan poco novedoso en todo lo que plantea, tan “de buenas costumbres y de cómo debe ser la familia hoy en día”, que me da asco. Y ojo, que no digo que el tipo debía ser un asesino en serie o debía dejar botada a su hijo y a la mujer con la que tuvo sexo una noche, pero sí digo que podrían haberle dado una vuelta de tuerca más. Puta, si es una película, donde más puedes hacer algo como tú quieres hacerlo si no es en la ficción???!!!! Deja que el tipo siga con su pagina web de desnudos en films y déjalo que le vaya increíble. Deja que el tipo siga viviendo en su casa, ella en la de ella, que críen a su hijo de la forma en que esos seres, como me los presentaste en un inicio, lo hubieran hecho. No des vuelta la espalda a todo lo que me vendiste cuando comenzamos. Juégatela por algo.
Pero no.
Todo calcadito a lo bueno y aceptado.
Michael Clayton. Un thriller inteligente. Novedoso. Una historia envolvente, grandes actuaciones. Denuncia.
Eeeeh? No?
Qué nos daba este film que no nos hubiera dado ya Syriana? O Silkwood? O Norma Rae? O que sé yo? Era la copia feliz del edén. Todo ya visto, todo ya dicho, los mismos lugares que no sé cuantos films ya han pisado, arado, sembrado, cosechado y destruido. George Clooney usando las 5 caras (quizás 6, no tiene más) que tiene, haciendo el mismo personaje de siempre, en una historia tan trillada y manida que me preguntaba donde estaría el quiebre que me haría decir “Madre mía, que buen momento!”
NADA.
Y de suspenso ni hablar.
Como película inscrita en el género del Thriller, espero suspenso. Espero sorpresas, saltos, comerme las uñas y jugar a descubrir el final. Pero no me pasó nada. Sabía el final, sabía quienes eran los malos, sabía quien iba a ganar. Y sabía, DIOS COMO LO SABIA!!!!!!, que al final el auto de Clooney explotaba y el NO ESTABA dentro. Pero como no lo iba a saber si al inicio me lo dijeron!!!! El único momento que podría haber tenido suspenso (y ojo, que toda la construcción dramática está hecha como si no supiéramos lo que va a pasar) me lo cuentan al inicio haciendo uso sólo de un efecto de choque, desperdiciando lo que podría haber sido EL momento del film.
Y en todo esto me sorprendo con la crítica aullando por lo buena que es.
Por otro lado, está lo que me gusta, y pasa sin pena ni gloria. Filmes que parece que nadie vio, nadie entendió, a nadie le importó.
Ken Loach estrenó este año “El Viento Que Mece el Prado”. Drama sobre la guerra en Irlanda y el conflicto entre hermanos, el distanciamiento entre ellos, las distintas creencias y fuerzas que a cada uno lo llevan. Gran film que duró 45 minutos en cartelera y del cual nadie habló. Y pienso y siento que muchos deberían haber visto. A muchos le hubiera hecho bien ver un film así.
Dos estrenos nacionales que pasaron sin ser notados. Malta con Huevo y La Vida me Mata. Ojalá que muchas más películas chilenas fueran como éstas. Frescas, con una cabeza atrás clara, que nos cuentan una historia más bien cercana (y no perdida en el tiempo y en el espacio, con personajes falsos, llena de política y lugares comunes). Dos de los mejores estrenos nacionales y que entre ambos quizás junten 50 mil personas. Una pena inmensa. Y la pregunta de rigor. ¿Qué pasa?
Hay más películas, pero no más espacio.
Para cerrar. Hay un chiste que dice mas o menos así.
“Un gallego va por una autopista manejando su auto. Por la radio escucha que el locutor dice. ´Se informa que un loco va conduciendo por la autopista 43 en contra del transito`. El gallego, escucha esto y dice ´Uno? Pero sin son cientos!`”
Así es como me siento de vez en cuando. Manejando en contra del transito con miles que vienen en contra.
Y es que no logro entenderlo. Seré yo o será el resto?
Estaré tan equivocado?
Y siempre me digo lo mismo. “Que no. Que no, que es el resto”.
Al menos así me quedo más tranquilo y sigo disfrutando y creyendo en lo que siento cada vez que veo una película.
Y creyéndome a mi, no al resto.